Mientras caminaba agotada escuche
una voz a lo lejos, era de una mujer ya madura al parecer. Seguí caminando
guiándome por la voz, entre más avanzaba más fuerte se escuchaba, cuando de
pronto comienzo a sentir un escalofrió desde la coronilla que recorría toda mi
espalda, nunca antes había sentido algo así, inmediatamente después comencé a
sentir mucho miedo, como nunca antes, el miedo se apoderaba de mí, tanto que me
costaba trabajo respirar.
A pesar de que quiera darme media
vuelta y regresar no podía, había algo, no sabía que, algo tan fuerte que me
dominaba por completo, mis piernas no me respondía, era una atracción tan
fuerte hacia esa voz que no tenía posibilidad alguna, por más que me esforzaba
en retroceder, o al menos detener el movimiento de mis pies no lograba
absolutamente nada.
Mientras seguía avanzando por el
bosque en contra de mi voluntad distinguí un río a lo lejos, la voz cada vez se
escuchaba más fuerte y con mayor claridad pero aun así no lograba entender de qué
idioma se trataba, mire hacia el río y comencé a ver una luz morada con gran
intensidad que tenía destellos rojos y unas formas muy extrañas, cuando
instantáneamente el río empieza a cambiar de azul claro a rojo intenso, como si
de un río de sangre se tratara, me acerco un poco más, aun no entiendo para que
si yo lo único que deseaba era salir corriendo de ahí.
Comienzan a salir burbujas del
río y se ve como una persona emerge del río, era un mujer que me miraba con
odio, sus rojos estaban igual de rojos que el río, su piel era muy blanco y su
cabello muy largo y de color negro, cuando sale por completo del río comienza a
gritarme, ahora distingo la voz, es la misma que estaba escuchando hacía ya
algunos minutos. La mujer saca una espada del río mientras flotaba ligeramente
y con un grito estremecedor se va directamente hacia mí con la espada en alto
tomada con sus dos manos, como puedo la esquivo y comienzo a correr lo más
rápido que me era posible.
Mientras corría e intentaba
esquivar a la mujer esa entre el bosque veo al enano de Guilmot que señalaba
con sus regordetes y pequeños dedos un camino que es encontraba hacia la
derecha, corro por ahí lo más rápido que puedo, afortunadamente la mujer
escaseaba de habilidad para moverse entre las ramas del bosque, pero aún no sé,
no lograba despegarme lo suficiente de ella, cuando por fin veo el camino y con
la mujer pisándome los talones, aparece Raizul montado en un dragón de color
verde esmeralda, exageradamente enorme, aún más que Racon.
Raizul me toma por la cintura y
me sube al dragón, quien de inmediato toma vuelo a gran velocidad…
[capítulo 8]
[capítulo 8]
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