sábado, 14 de febrero de 2015

Marbella y Roman(3)

-del clan de los Kastar, de cual otro clan podría ser
-pero a mí nunca me mencionaron nada de ningún clan
- no hubo tiempo, se suponía que la guerra comenzaría dentro de un año y que en ese tiempo lo asimilarías y te entrenarían, pero…………. -¿Pero qué? ¿De qué guerra hablas? 
-no hay mucho tiempo, te iré platicando en el camino. 
-¿En el camino? ¿Hacia dónde vamos? 
-Hacia el nuevo hogar de los kastar, pero te aviso que no será nada fácil llegar ahí 
-¿Ahí esta Marbella? 
-Por supuesto. 

 Bartys y Roman caminaron por una hora atravesando el bosque, afortunadamente durante el trayecto no se les presento ningún inconveniente, llegaron a un sitio donde la maleza era demasiado espesa. -Tendremos que entrar a gatas por aquí, es la única manera 
-¿Y eso a donde nos lleva?
-Créeme que preferirías no saberlo. 
-aun no me has contado nada y no sé a dónde voy, no iré. “no puede ser ahora resulto que tengo que hacerla de niñera de este muchachito, lo único que me faltaba” pensó Bartys, mientras pensaba en la manera de convencerlo de que avanzara. 

-Vamos a casa de los kastar, pero está en un lugar muy escondido para la vista de la mayoría, digamos que hay otra familia de magos que los quiere ver muertos, de eso va todo el asunto. Lo importante para ti es que Marbella te está esperando y te extraña demasiado, así que apresuremos si la quieres encontrar viva. 
-¿Otra familia de magos? Con eso quieres decir que los Kastar son Magos. 
-si, en efecto lo son, ¿Acaso no lo sabias? ¿Marbella no te lo dijo? 
-No, no tenía ni idea. 
- bueno, pues ya lo sabes, no me explico cómo no lo notaste, ibas seguido a su casa, según tengo entendido. 
-sí, casi todas las noches 
-¿Y nunca notaste algo extraño, digamos que fuera de lo común? 
-No, para nada. 
-es el colmo contigo, en fin ya estamos aquí y eres el elegido, ya no se pueden hacer cambios, así que apresúrate o tendrás que llevarle flores a Marbella a su tumba. 
-Ni lo digas 
-Entonces avanza, entra tu primero, yo vigilare que nadie nos vea. Román se puso de rodillas y comenzó a gatear quitando las ramas con sus brazos mientras avanzaba, desde afuera de la maleza, bartys iluminaba el lugar con una linterna 
-¿A dónde se supone que debo de dirigirme? 
–grito Román mientras seguía avanzando 
-Busca la tapa de una alcantarilla – le grito Bartys mientras se agachaba para poder entrar, era tan corpulento que tuvo muchos problemas para pasar, termino arrastrándose completamente acostado. 

Cuando alcanzo a Román, noto que no se movió, comenzó a hablarle y a moverlo pero no reaccionaba, estaba en el suelo acostado boca abajo con los ojos en blanco y la boca abierta. Algo había pasado cuando Román avanzo solo, pero que pudo haber pasado que no escucho ruido alguno, Bartys avanzo más hasta quedar justo al lado de Román, lo observo detenidamente y reviso su pulso, aún estaba vivo, pero no por mucho tiempo. Por el aspecto que tenia o había visto algo que lo impacto demasiado y se quedó en shock o alguien lo había envenado, no sabía qué hacer, tendría que llevarlo cargado a casa de los kastar. Lo pensó mejor, sería muy complicado llevarlo así, sobre todo porque aún les falta mucha maleza por recorrer antes de encontrar la alcantarilla, si lo llevaba a rastra no terminaría bien y los kastar no querían a un desfigurado, había piedras y vidrios en el camino. 

Busco en su mochila con la esperanza de encontrar algo que le sirviera, tenía un brebaje que los kastar le habían dado, servía para despertar a cualquiera, pero un humano no era cualquiera, aunque no tenía opción, decidió arriesgarse y darle la bebida a Román, volteo a Román boca arriba y vacío el contenido de la botella y le cerro la boca. 
En unos instantes Román se sentó de golpe y comenzó a escupir
 -pero ¿Qué demonios me has dado? Esto sabe horrible -tranquilo, estabas inconsciente y tuve que darte algo para despertarte. Avanzaron sin problemas hasta llegar a la alcantarilla, Bartys la abrió de un jalón y entro primero, había una escalera por la cual comenzó a bajar, Román lo siguió, en cuanto Román puso un pie en el suelo, la alcantarilla se cerró sola de golpe, Román sintió escalofríos, sabía que no le esperaba nada bueno, no tenía con que defenderse él no era un mago o un hombre lobo como Bartys, estaba a expensas de lo que Bartys pudiera hacer por él.
-Esto no me gusta Bartys -Lo se Román, a mí tampoco, pero es la única manera de llegar con los Kastar. 
-No tengo con que defenderme 
-Tendremos que buscarte algo ¿Tienes una navaja en tu bolsillo no?
-si ¿Cómo lo sabes?
-Eso no es importante, sácala y mantenla enfrente de ti, ya te encontraremos otra cosa. A penas avanzaron unos pasos cuando escucharon ruidos muy extraños, eran pasos pequeños pero muy rápidos 
-Bartys – dijo Román con miedo 
-¿Qué es eso que se escucha? -calla y escucha atentamente, probablemente sean arácnidos. 
-¡bah! Unas arañas – dijo Román sin darle importancia
-sí, solo que no son del tamaño que tú las conoces y son muy agresivas 
- ¿A qué te refieres con eso? – dijo Román un poco asustado cuando a su lado izquierdo vio una araña que le llegaba casi a la cintura, lo único que pudo hacer fue gritar y esconderse detrás de Bartys. A penas escucho el grito de Román, Bartys lo empujo aún más lejos y se lanzó sobre la araña arañándola y mordiéndola, la araña se levantaba e intentaba en vano atacar a Bartys. 

Cuando parecía que Bartys llevaba las de ganar dejando a la araña inmóvil y aparentemente sin vida comenzaron a aparecer más arañas del mismo tamaño, incluso algunas más grandes y atacaron directamente a Román y a Bartys. Una araña se fue directo sobre Román, la navaja que llevaba quedo incrustada en lo que podría ser el estómago de la araña, no tenía tiempo para quitársela, por lo que solo le quedo la opción de recordar las clases de karate de la infancia. Tenía dos arañas enfrente y otra atrás, nunca en su vida había peleado si quiera con personas, mucho menos con arañas de ese tamaño.

Hizo lo que pudo, pero las dos arañas que tenía en frente se lanzaron sobre él, sus reflejos resultaron ser lentos en comparación con el ataque de las arañas y termino en el suelo intentando en vano zafarse de las arañas, la que estaba atrás termino mordiéndole la cabeza y quedo inmóvil y envenenado. Por su parte Bartys se defendía mejor, después de derrotar a la primera salto sobre otras dos que se acercaban a él, sus movimientos eran veloces, había pasado mucho tiempo desde que se había convertido en hombre lobo y ya se había acostumbrado a su nuevo cuerpo y a sus nuevas habilidades, cuando derribo a esas otras dos arañas, pensó que la batalla había terminado miro hacia atrás en busca de Román, cuando sin darse cuentas otra araña lo ataco directamente en la cara, sintió un hormigueo en sus rostro, perdió la consciencia y cayó sobre las arañas que había derribado.

[Capítulo 4]


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